viernes, 23 de diciembre de 2011

LA QUE DIVIERTE
























LA QUE DIVIERTE


Andalucía, la que divierte,

clavado a fuego lleva un puñal

de yunques viejos que la dirigen

y la enseñaron sólo a rezar.

Son muchos los puñales, muchos los golpes, muchos los agravios y muchos los desprecios hacia las gentes de esta tierra del Sur. Nos llueven los puñales, desde fuera, y lo que es más doloroso, desde dentro.

¿No pueden soportar, quizá, los que así nos desprecian, que unas gentes condenadas por los viejos yunques hispanos a divertir a señoritos propios y extraños, a las que únicamente se les había enseñado a rezar, no se plegaran a sus deseos, no se contentasen con su papel de bufones, chachas y jaleaores de liebres y perdices, y pudiesen ejercitar libremente su derecho a voto y optar por una determinada fuerza política?

¡Cuántas veces hemos sido llamados los andaluces vagos, analfabetos, parásitos, subvencionados, pesebreros…!

Recuerdo a Sánchez Dragó (el mismo que hace poco, el 22 de noviembre, tras el triunfo del PP, con el brazo en alto cantando el “Cara al Sol”, instaba a Arenas a desparasitar Andalucía) llamarnos analfabetos por haber impedido en las elecciones generales de 1993 la victoria de Aznar.

Aún recuerdo a un andaluz famoso, de Linares, emparentado con la nobleza, el cantante Rafael por más señas, avergonzarse de su condición de andaluz porque el voto de esta tierra fue mayoritario para el PSOE.

Andalucía, la que divierte,

lleva de siglos resignación

y vende penas a los señores

que compran risas con su dolor.

La lista de agravios a Andalucía es muy larga:

¿Cuántas veces se han mofado de nuestro acento los políticos de la derecha, ya sea catalana, castellana o vasca? ¿Cuántas veces Esperanza Aguirre ha llamado analfabetos a los niños andaluces? Ana Mato, actual ministra ya, atacaba a la escuela pública andaluza y decía que los niños no tenían ni sillas y habían de sentarse en el suelo. ¿Cuántas veces hemos escuchado que somos un pueblo subvencionado, vago, que nos tiramos todo el día en el bar?

La última nos ha venido del señorito por excelencia: Cayetano Martínez de Irujo, conde de no sé dónde, hijo de la duquesa de Alba, que recibe cada año de subvención de la Unión Europea por las 25,000 hectáreas de tierra que posee la cifra de 3.000,000 de euros . Pues bien, este señorito, Cayetano, dice que los andaluces somos de lo peor de España, que él, ni en Extremadura siquiera, ha visto obreros tan vagos y poco productivos, que, si por él fuera, los cuatrocientos euros de subvención desaparecerían. Esto lo dice Cayetano, un señorito cuyo único quehacer que se le conoce es el de montar a caballo, una persona que según dicen no llegó ni a terminar estudios de bachillerato, una persona ésta, Cayetano Martínez de Irujo, a quien le gustaría estar en la Edad Media para, según él, defender sus pleitos y querellas a caballo y espada en mano. ¿Quizá se calla que la Edad Media también le concedería el poder de disponer de braceros a su antojo, derecho de pernada y sin fin de privilegios más?

Andalucía, Andalucía,

zapatos nuevos y olivo en flor

y tierras muertas siempre pisadas

por el caballo de un gran señor.

(Los versos son de Salvador Távora)

Luis Martín Ruiz


5 comentarios:

  1. Ese noble es un impresentable que ha vivido toda la vida con el pan resuelto.Habría que haberlo visto ganárselo con el sudor de su frente.

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  2. Luís, como extremeño y andaluz de adopción, no puedo estar más de acuerdo con lo que expones.

    ¿Recuerdas el "apadrina un extremeño" de nosequién de ERC?

    Indignante.

    Un abrazo, compañero!

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  3. Aún se creen que somos ciudadanos de segunda,ignorantes!

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  4. Andaluces de Jaén,aceituneros altivos...

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  5. un blog se alimenta de entradas que no de comentarios.Y usted mete entradas muy de tarde en tarde...esperamos la próxima.

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