jueves, 29 de abril de 2010

Lo dice la canción. Y es triste, lo sé, pero cierto:
que un sólo traidor puede con mil valientes

martes, 27 de abril de 2010

Relato de Ángeles Mastretta

UNA DE DOS

Lucía miró a su marido dormitar en un sillón. Despertaba a ratos, la miraba y sonreía como desde otro mundo. En una de esas pestañadas ella le dijo con mucha suavidad:
- ¿Sabes? Cuando uno de los dos se muera yo me voy a ir a Italia.

Sabía ya de Ángeles Mastretta por un pequeño libro, "Mujeres de ojos grandes", que leí hace ya algunos años.
Hace poco, en casa de mi hija Alba, para matar el tiempo, alcancé de su escogida biblioteca un libro al azar y de nuevo volví a darme de bruces con esta estupenda señora de sesenta años
, mexicana, que escribe como su nombre indica.
El libro que tenía esta vez en mis manos llevaba por título "Maridos", serie de relatos cortos, algunos hipercortos, que enseguida me absorbieron por completo.
Mujer con mayúscula, Mastretta no necesita de estridencias ni posturas extremas para decirnos de la mujer en todos sus registros; no necesita reivindicar nada para que cualquiera, por necio y zafio que sea, no descubra la fortaleza, la pasión, la inteligencia, la ternura, la ironía, el valor y la osadía de sus personajes femeninos. Un goce. Leedla.